Ayer por la mañana y por causas que no vienen al caso, me dediqué a listar en un papel todas las denominaciones coloquiales que conocía (por emplearlas alguna vez o, al menos, por haberlas oído utilizar) para referirse al dinero. Pronto conseguí esta relación:
Perras, parné, tela, guita, jalleres, pelas, pasta, jurdó, panoja, cuartos, chota, peculio, manteca y viruta.Animado por el resultado, amplié la búsqueda a verbos que significaran “pagar” (
Aflojar, apoquinar, echarse, estirarse, soltar la mosca, aforar) y expresiones para “no tener dinero” (
estar sin cinco, seco, sin blanca, a dos velas, no albiyelar y estar tieso).
Después, para ser más específico, anoté las denominaciones para las distintas monedas y billetes y encontré que siempre eran para las pesetas: Así, para una peseta (
Rubia, pela, leandra, cuca, cala), para cinco pesetas (
duro, guil, pavo, pelote), para veinticinco (
Cangrejo, cangri), cien (
Libra), y mil (
verde, saco, talego, machacante, sábana y boniato).
Cuando entró el Euro, en 2001, pensé en lo poco que tardaría la imaginación popular en inventar nuevos hallazgos verbales para apodar a las flamantes monedas y billetes que al principio tantos quebraderos de cabeza nos causaron. Un vez más fallé en la profecía. Han pasado casi diez años y siguen siendo tan sólo…euros. Puede que sea por la extensión del pago electrónico, porque ya no estamos tanto en la calle o porque estos años de cómodo y soso bienestar han restado importancia a un elemento que no nos era tan escaso como a las generaciones precedentes. El lenguaje, sobre todo el de la calle, que es un termómetro de las sociedades, restó importancia al dinero y rehuyó el ingenio de renombrarlo.
Y ahí va mi tesis: Esta crisis no ha sido causada por las subprime, ni por burbujas, ni por la globalización de mercados ni por complejas teorías macroeconómicas.
El dinero se ha ido, como una amante despechada, porque hemos perdido la imaginación para nombrarlo.
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ResponderEliminarOriginal entrada, sí señor. Llevas razón, el euro no tiene mote. A lo sumo, diminutivo: "eurillos".
ResponderEliminarCurioso.
Totalmente de acuerdo con tu teoría, pero no es “como” sino “con una amante”. No es por cotillear pero me han dicho en el mercado que después de que Libra le tirará los tejos y algún pequeño escarceo con Corona, tuvo una relación seria con una hondureña llamada Lempira pero finalmente se ha fugado con Rupia que es una morenaza muy exótica y muy guapa.
ResponderEliminarLoreto
Muy bueno Qwerty. Será que estamos ya aburridos y ni mote le ponemos al euro. Te añado a tu lista un nombre carcelario, Talfis. Un Talfi son 6 euros o mil pesetas.
ResponderEliminarNo seas tacaño con las letras y danos más.
W
Gracias Anónimo. Original manera de levantar el pulgar.
ResponderEliminar¿Verdad que es raro, Sinu? Tendremos que inventar nosotros los nombres.
Je, Loreto. Parece extraño que, siendo morena, sea "rupbia".
Grcias Willows. Es cierto:Talfi. Y seguro que aún se nos olvidan más.
Me declaro fan del 'columnista'.
ResponderEliminarQué alegría de reflexión, me ha devuelto a una decepción antigua, cuando supe que la moneda únic se llamaría Euro, semejante aburrida y triste palabra. Lo pensé entonces, y ahora, me sigue pareciendo una palabra de paso.
Gracias Lavinia, me declaro fan del fan, o sea, refan o fan recíproco o algo.
ResponderEliminarBolches yarboclos pa todos los peseteros.
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