miércoles, 24 de agosto de 2011

Sin zapatos


Luz naranja en los párpados; código de barras son las pestañas. Cintura de espuma y disparo de sal en los labios.

(Escucha el sol, mira la brisa, acaricia el son de ola que te trepa por la piel.

Déjate ir, olvida los límites, la educación aprendida, la inútil geometría de lo correcto. Húndete en el silencio, en la cadencia de esas burbujas de quita y pon.

Y, después, sal caminando como si te desvistieras de agua, solemne, pura, visible. Gotas, estruendo y dunas).

La marea se escapa bajo la pisada. Es la arena un elegante anfitrión, promesa de paz, remedio antiguo para ese andar que tanto aflige el invierno.

El verano es, ante todo, la revancha del pie sobre el zapato.

4 comentarios:

  1. Anónimo1:43

    Es precioso Qwerty, gracias.
    L

    ResponderEliminar
  2. ¿Gracias?

    A sus pies, Señora.

    ResponderEliminar
  3. Y además, POETA. Eres completito. Me encanta la idea de darle una patada al zapato. Pero yo seguro que lo habría dicho así, como "una patada", jejeje.
    Precioso.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Hola Celsa, (muchas gracias por lo de completito).
    Dar una patada al zapato...me gusta la idea. Espero que no se venguen, ahora que vuelve el frío.
    Un abrazazo.

    ResponderEliminar